Recuerdo a mi padre como un hombre justo y bueno, con un carácter envidiable, amigo de hacer el bien a todo el mundo.
Nació en un pueblo llamado Pende (Concejo de Salas), en un humilde familia de seis hermanos, donde en aquellos tiempos la vida era difícil. Vivían en el campo, que era muy trabajoso porque todo se hacía a mano.
Cuando era joven le tocó vivir la guerra y al posguerra. Estuvo siete años en el servicio militar, pasando penurias y, aveces, hasta hambre. Pero a la vez era época de fiestas, porque había mucha juventud en los pueblos.
Más tarde conoció a la que fue su mujer durante casi sesenta años. Tuvieron dos hijos, mi hermano y yo, que nos criamos en un ambiente sereno y cordial. También tuvo cuatro niet@s y una biznieta.
La salud le jugó una mala pasada, porque tenía a sus espaldas once operaciones, pero pese a todo siempre tenía la cara sonriente.
En mayo de 2006 falleció a sus 87 años, dejando un hueco muy grande.
Yo, como hija, desde estas líneas, le dedico con todo el cariño un reconocimento a toda una vida de lucha y sacrificio.
( Te quiero, papá). Balbina.(T.R.Lavio)
4 comentarios:
Ojala todas las hijas recordaran a su padre con el mismo cariño y admiracion con que lo hace Balbina.
Por eso, una persona nunca muere cuando se la sigue recordando.
Ojalá todos llevaran sus enfermedades como lo hizo el pdre de Balbina.
Muy bonito el comentario Balbina
Yo también conoci a tu padre.
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