martes, 22 de abril de 2008

La fiesta de mi pueblo

Siendo yo joven, recuerdo ver que el 24 de Junio, día de San Juan, se preparaba la plaza de la Iglesia, a la entrada se adornaban con unos arcos y sus columnas hechas con cañas de sanjuanes. En ello trabajaban los jóvenes y no tan jóvenes del pueblo para que aquel día luciese bonita.

Siempre se celebraba por todo lo alto empezando el día 23 con la tradicional hoguera, para ello días antes empezaba el trabajo de traer un buen montón de leña, ya que, la noche era larga. Sobre las 11 de la noche se le daba fuego, estaba todo el pueblo alrededor de la hoguera y tomando algo en el chigre de la plaza llamado en aquel entonces (Casa el Francés) hoy conocido como Al son del Indiano.
Ya a las 12 de la noche la tradición de años era subir a la torre de la Iglesia para el repique de campanas, cosa que no siempre fue fácil, ya que, al fallecer nuestro párroco de muchos años Don Severino, que amablemente dejaba la llave.
El nuevo Sacerdote hacia lo contrario , pero de poco le valió pues los más jóvenes no dispuestos a nos quitaran la tradición de muchos años, se pusieron manos a la obra y con una escalera y muchas ganas subían por el tejado hasta la torre, y tocaban las campanas igual.

Ya con alguna copina y el fuego mas bajo, alguno hasta se atrevió a saltar la hoguera mientras otros animaban la fiesta, pero faltaba lo mejor, ya que, aquella noche otra tradición era cuando todos dormían andar por las casas del pueblo sacando los carros, parigüelas, tiestos y de más.

Recuerdo un año en que uno del pueblo llamado Marcelino dijo, estando en el bar, "este año nadie me saca el carro, lo tengo bien amarrado con una cadena y candado a ver quien se atreve", pero cual fue su sorpresa cuando al día siguiente lo tenia colgado en lo alto del árbol que estaba al lado de la Iglesia.

Hoy ya sólo son recuerdos, pues todo se fue terminando, una pena, ya que, la plaza tampoco es lo que era, no quiero decir que este mejor o peor pero le faltan sus árboles centenarios, los juegos de los niños como columpios, la noria etc. Todo ello sustituido, eso si, por un buen aparcamiento, pero no por ello lo dejamos de recordar, con nostalgia, ya que, allí los niños del pueblo y los que no lo eran lo pasábamos bomba.

San Juan es verdad que tiene su magia, ese día 23, lo que a mi me gustaba mucho era antes de las 12 de la noche poner un vaso con agua y cascar un huevo dentro ponerlo en la ventana y al día siguiente por la mañana antes de que saliera el sol mirar y ver que sale un barco precioso yo es el día de hoy que todavía lo hago ya se puede intentar poner otra noche que no sale nada.


Margarita (T.R. de Malleza)

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